Los primeros integrantes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (conocidos históricamente como “mormones”) llegaron al valle de Salt Lake en 1847. Emigraron al actual territorio de Utah, que en aquel momento formaba parte de México, para sembrar cultivos, construir casas, abrir negocios y establecer una comunidad religiosa.
Más de la historia
Los miembros de la Iglesia SUD habían estado buscando un hogar permanente desde que su primer líder, Joseph Smith, fundó la Iglesia en 1830. Muchos ciudadanos estadounidenses no estaban de acuerdo con las prácticas de la nueva religión y solían atacar a los mormones. Hasta 1847, los principales integrantes de la Iglesia se trasladaron varias veces, con la esperanza de encontrar un lugar donde pudieran practicar su religión en paz.
Hacia el oeste
En 1844, el presidente Brigham Young dirigió a un grupo de mormones desde Illinois hacia el oeste para buscar un nuevo hogar en territorio mexicano. Esperaban encontrar un sitio donde practicar su religión libres de persecución.
Aunque México reclamaba la propiedad de la Gran Cuenca, existían grupos de nativos americanos que ya vivían en el actual estado de Utah. De hecho, habían vivido allí durante miles de años. Los mormones fueron uno de los diferentes grupos que se establecieron en la Gran Cuenca.
El primer grupo de inmigrantes mormones llegó al valle de Salt Lake el 22 de julio de 1847, después de un viaje de 111 días. Plantaron cultivos y establecieron sus hogares de inmediato. Brigham Young llegó dos días después y comenzó a hacer planes. En 1848, finalizó la guerra contra México y la Gran Cuenca se convirtió en territorio de los Estados Unidos. Una vez más, los miembros de la Iglesia SUD se encontraban en suelo estadounidense. Como los mormones construyeron asentamientos en Utah, sus decisiones influyeron en la configuración política, cultural y económica del territorio en los años posteriores.
Migración masiva
La mayoría de los miembros de la Iglesia mormona viajaron a Utah en tren. Un pequeño porcentaje viajó a caballo y en carretas, carros de mano o a pie. Muchos inmigrantes mormones venían de los alrededores de los Estados Unidos y Europa occidental, mientras que otros emigraron desde las islas del Pacífico y otras regiones. No todos se establecieron en lo que hoy es Salt Lake City. Algunos atravesaron la Gran Cuenca para crear comunidades donde pudieran practicar su religión y construir hogares para sus familias.
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