¿Cómo realizan descubrimientos los arqueólogos?

Por Savanna Agardy y Elizabeth Hora

Si preguntamos cómo los arqueólogos realizan descubrimientos sobre el pasado, la mayoría de los adultos probablemente nos diría que a través de la datación por radiocarbono o las capas del suelo. Pero ¿qué significa eso? 

Los arqueólogos utilizan muchas herramientas científicas diferentes para aprender sobre nuestros antepasados. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Tipologías de artefactos
  • Datación por radiocarbono
  • Teledetección
  • Estratigrafía
  • Tradiciones orales

Los especialistas en arqueología emplean métodos para analizar y datar artefactos, aprender sobre los objetos que desentierran y utilizar tecnología para ver cosas que los ojos humanos no detectan. Y, por supuesto, también pueden hablar con personas para averiguar qué saben del pasado. Existen muchas formas diferentes de conocer el pasado y, si haces clic en estos enlaces, sabrás más de arqueología que casi cualquier adulto que conozcas.

Tipologías de artefactos 

El tamaño y la forma de esta punta de proyectil (su tipología) indican a los arqueólogos su antigüedad y su lugar de procedencia. Esta punta de proyectil se hizo con piedra de obsidiana y tiene cientos de años. (cortesía de la Oficina de Preservación Histórica del estado de Utah)

¿Cómo reconocen los artefactos o saben quién los fabricó? Una forma sencilla de descubrirlo es organizar los objetos según tipologías. Al agrupar y analizar los objetos, los arqueólogos pueden conocer a las personas que los crearon y utilizaron. 

Tu cepillo de dientes es un ejemplo de una tipología. Piensa en todos los que tuviste a lo largo de tu vida. Durante tu infancia, tu cepillo de dientes era pequeño y probablemente tenía algún dibujo. Cuando creciste, es posible que los mangos de tus cepillos cambiaran para adaptarse al tamaño y la forma de tus manos, y quizás tus colores favoritos también cambiaron. Todos los tipos de cepillos de dientes que tuviste reflejaban las cosas que te gustaban en ese momento: Spiderman, Paw Patrol o Frozen. Si un arqueólogo encontrara todos tus viejos cepillos de dientes, podría usarlos para saber cómo creciste y cambiaste físicamente, y también cómo cambiaron tus gustos e intereses. 

Mediante el estudio de las diferencias dentro de un determinado tipo de objeto, los arqueólogos construyen una tipología que les dice mucho sobre las personas que lo utilizaron. Veamos cómo funciona este método analizando puntas de proyectiles y de flechas. Las puntas son herramientas de piedra tallada que se colocaban en los extremos de lanzas, dardos y flechas para cazar animales salvajes. Los cambios que los arqueólogos observan en las puntas de los proyectiles pueden indicarles cuán antiguo es el artefacto. Las puntas de proyectiles más antiguas son grandes porque las lanzas se utilizaban para cazar animales grandes, como los mamuts. Más tarde, se fabricaron puntas de proyectiles más pequeñas porque también servían para cazar animales que se comían, como los ciervos. Y más adelante, las puntas de proyectiles se volvieron aún más pequeñas a medida que se comenzaron a utilizar arcos y flechas para cazar. En la actualidad, los cazadores utilizan rifles con proyectiles de metal, los más pequeños de todos. Al igual que tu cepillo de dientes se volvió más grande a medida que crecías, las puntas de proyectiles se hicieron más pequeñas a medida que las personas encontraban nuevas formas de cazar animales salvajes.

Como es una de las mejores formas que tienen los arqueólogos para conocer el pasado, existen muchísimas tipologías de artefactos diferentes. 

Datación por radiocarbono

La datación por radiocarbono parece ser algo muy científico, y lo es. Los arqueólogos utilizan máquinas y sus conocimientos sobre física nuclear para averiguar la antigüedad de un artefacto midiendo la cantidad de carbono radiactivo que contiene. En el siguiente gráfico se muestra el proceso del radiocarbono en el que se utiliza 14 C, conocido como carbono-14, un isótopo radiactivo que se encuentra en elementos orgánicos, es decir, elementos que alguna vez estuvieron vivos.

El proceso del radiocarbono (cortesía de la Oficina de Preservación Histórica del estado de Utah)

¿Quieres aprender más sobre la química del proceso del radiocarbono? ¡Mira estos increíbles videos de Fuse School!

Bueno, ya medimos el radiocarbono, ¿ahora cómo averiguamos la antigüedad de un objeto? La respuesta es muy sencilla: tenemos que contar. 

Gracias a los anillos de los árboles, las estalactitas y estalagmitas de las cuevas y los núcleos de hielo, sabemos cuánto radiocarbono había en cada año del pasado. Entonces, cuando analizan un artefacto, los arqueólogos simplemente comparan la cantidad de radiocarbono que contiene con el momento de la historia en el que existía esa misma cantidad. Así, pueden estimar cuándo se creó ese artefacto y calcular su antigüedad. 

Las mazorcas de maíz prehistóricas como esta contienen carbono, lo que permite realizar una datación por radiocarbono. Probablemente, esta mazorca de maíz es de la época de los fremont (500 a. C-1250 d. C), y nos dice que los habitantes de ese periodo eran agricultores que cultivaban y comían maíz. La escala de la parte inferior indica el tamaño del artefacto: unos 7.5 cm de largo. (cortesía de la Oficina de Preservación Histórica del estado de Utah)

Por ejemplo, si un arqueólogo encuentra un trozo de hueso animal, puede tomar una muestra pequeña y llevarla al laboratorio. En el laboratorio, se analizaría con una máquina que cuenta el radiocarbono presente en el hueso animal y luego lo compara con todas las épocas que tengan la misma cantidad de radiocarbono. Así, se sabría que el animal murió dentro de un cierto intervalo de años, por ejemplo, 75 años antes o después del año 1200 d. C. Es una excelente forma de obtener una estimación sobre la antigüedad de un artefacto.

Teledetección

En ocasiones, los arqueólogos sospechan que hay un artefacto o una estructura enterrados hechos por humanos, pero no quieren comenzar a excavar de inmediato. Tal vez no tienen autorización para hacerlo o puede que quieran tener cuidado, ya que una vez que desentierras algo, no puedes volver a enterrarlo. Más allá del motivo, necesitan poder ver lo que hay debajo de la tierra y para eso utilizan la tecnología de teledetección.

Here is a video of an archaeologist talking about how archaeologists use GPR.

La teledetección consiste en observar lo que hay debajo de la superficie de la tierra sin tocar nada. A los arqueólogos les encanta utilizar la teledetección porque es su forma de saber qué pueden llegar a encontrar si realizan una excavación.

Un tipo de tecnología de teledetección que utilizan los arqueólogos es el radar de penetración terrestre (GPR).

 El GPR utiliza los principios del radar para “mirar” debajo de la superficie de la tierra. Para utilizar un GPR, un arqueólogo especializado empuja una máquina similar a una cortadora de césped a lo largo de un yacimiento arqueológico.

Imagen del GPR de los cimientos de una cabina de vigilancia que solía estar en Fort Douglas, dentro del campus de la Universidad de Utah. Debajo de la superficie del terreno, solo queda la base de la cabina, en donde ahora está Stillwell Field. (cortesía de Cannon Heritage Consultants)

El GPR envía pulsos de energía electromagnética hacia el suelo y registra cuándo y cómo regresan. Cuando los pulsos de energía electromagnética chocan contra materiales sólidos (como la piedra) en lugar de materiales blandos (como la tierra), el GPR muestra un patrón diferente.

A veces, al mirar los mapas que generan estas máquinas, los arqueólogos se sorprenden. En ocasiones, el GPR puede mostrar contornos bien delimitados de los cimientos de una edificación, o áreas en las que los habitantes de la prehistoria quitaron rocas para crear un suelo plano y uniforme para sus casas semienterradas.

Esta es la estratigrafía de un yacimiento arqueológico real llamado Spotten Cave. Cada capa pertenece a un periodo de la historia, como el Arcaico, el Fremont, la Prehistoria Tardía, y el Histórico. Haz clic en cada periodo para obtener más información. (cortesía de la División de Historia Estatal de Utah)

Estratigrafía

La estratigrafía consiste en observar en detalle las capas del suelo y, sobre todo, qué artefactos se encuentran en cada capa. 

Al realizar una excavación, cuanto más profundo excavan los arqueólogos, más atrás en la historia se remontan. De acuerdo con el principio de superposición, las capas más profundas son las más antiguas y las capas que están más cerca de la superficie son las más recientes. Cada capa nos ayuda a datar y analizar los artefactos encontrados en su interior.

Aquí tienes un video sobre la estratigrafía en arqueología explicada por un arqueólogo que trabaja en el Servicio de Parques Nacionales.

Tradiciones orales

Check out this video to hear Puebloan peoples talk about their traditional stories

Aunque los arqueólogos estudian objetos del pasado, los descendientes de las antiguas comunidades también poseen importantes conocimientos sobre la historia. Los nativos americanos de la actualidad poseen información que fue transmitida a través de cientos de generaciones, como historias y conocimientos sobre cómo se vivía en el pasado. Las tradiciones orales de los descendientes, como las de las tribus nativas americanas, son probablemente la herramienta más importante que tenemos para conocer el pasado. 

Estos relatos, a veces llamados historias o tradiciones orales, pueden ser importantes para las costumbres de los pueblos nativos. También pueden ayudar a los arqueólogos a obtener más información sobre cómo se vivía en el pasado y complementar los datos que aporta la cultura material que estudian. Además, contribuyen a mantener importantes tradiciones culturales de los nativos en la actualidad y a preservarlas a lo largo del tiempo. 

¡Continúa explorando!

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