Utah se convirtió en territorio de los Estados Unidos en 1848, tras el fin de la guerra entre México y los Estados Unidos. Desde entonces, muchas personas latinas —provenientes de 27 países de América Central y del Sur— han trabajado y vivido en Utah.
Factores de expulsión y atracción
La violencia de la Revolución Mexicana (1910-1920) fue un factor de expulsión que desplazó a muchos inmigrantes mexicanos hacia el norte para vivir y trabajar en Utah. El trabajo en la industria minera fue un factor de atracción que causó la migración de latinos hacia Utah.
Asentamientos
Hacia 1900, muchos latinos vivían en Monticello, en el condado de San Juan. Allí, trabajaban como vaqueros y pastores. También se formaron otras comunidades latinas en Salt Lake, Ogden y el condado de Carbon. Muchos trabajaban para compañías ferroviarias y mineras. Algunos eran propietarios de negocios en las ciudades de Utah. Por ejemplo, Abraham Mejía tenía un café en Salt Lake City. En Ogden, muchas mujeres y madres latinas comenzaron a trabajar.
Creación de una comunidad
Las personas latinas moldearon el trasfondo cultural de Utah. Abrieron restaurantes para incorporar su talento culinario a la creciente oferta gastronómica de Utah. También asistían a las diferentes iglesias de Utah. Construyeron la primera iglesia católica de Utah en Monticello. Otros se unieron a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. A veces, las mujeres latinas católicas y mormonas trabajaban juntas para ayudar a sus vecinos. Por ejemplo, Bertha Mayer, católica, y María Luz Solorio, mormona, eran dos amigas que organizaban actividades y recaudaban fondos para organizaciones benéficas.
Trabajo
La comunidad latina trabajaba en la industria minera y ferroviaria de Utah y en muchas otras áreas. Quienes vivieron en Utah durante la Gran Depresión atravesaron dificultades, ya sea que vivieran en una granja, en un pueblo pequeño o en la ciudad. Algunos tuvieron que abandonar Utah para conseguir trabajo. Muchas mujeres comenzaron a trabajar para mantenerse a sí mismas y a sus familias. Por otra parte, el gobierno federal forzó a muchas personas a regresar a México. Hubo quienes se mudaron a Nuevo México, mientras que el gobierno federal obligó a algunos inmigrantes mexicanos y a estadounidenses de ascendencia mexicana a trasladarse a México.
Tras la Primera Guerra Mundial y durante la Segunda Guerra Mundial, muchos latinos emigraron hacia Utah para trabajar en la mina de cobre de Bingham y las minas de carbón del condado de Carbon. Además, los latinos sirvieron en el ejército de los Estados Unidos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y también en las guerras de Corea y Vietnam. De hecho, al final de la Segunda Guerra Mundial, 500,000 latinos habían formado parte de todas las fuerzas armadas de los Estados Unidos, y habían ganado 17 medallas de honor. Alrededor de 72 hombres y mujeres que integraban la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de Monticello sirvieron en la Segunda Guerra Mundial. Cuando regresaron, muchos veteranos lucharon por conseguir la igualdad de derechos y acabar con la discriminación. Estos veteranos continuaron luchando por sus derechos porque sabían que eran parte del país.
Lucha contra la discriminación
La discriminación impulsó a la comunidad latina a unirse para luchar por el cambio y la inclusión. A principios del siglo XX, algunos restaurantes, moteles, hoteles, salas de bolos, piscinas y otros negocios no permitían que las personas latinas compraran productos, comieran o se alojaran en sus establecimientos. Los prejuicios impedían que pudieran elegir sus trabajos y disfrutar de la vida social al igual que los demás.
La comunidad latina enfrentó la discriminación de diversas maneras. Una de ellas fue crear organizaciones civiles y políticas, como la Sociedad Mexicana Cuauhtémoc, una organización de estadounidenses de ascendencia mexicana que vivían en Helper. La Sociedad promovía la cultura y las tradiciones mexicanas para cuestionar los estereotipos. Además, brindaba ayuda económica y material a quienes no ganaban lo suficiente. Algunos latinos lucharon por sus derechos afiliándose a organizaciones nacionales como United Mine Workers of America. Desde la década de 1990, la comunidad latina se ha organizado para proteger los derechos de los inmigrantes documentados e indocumentados.
Actualidad
En la actualidad, la comunidad latina es el grupo minoritario más numeroso de Utah. De hecho, la población latina de Utah continúa creciendo. Desde 1900, ha aumentado en un 140 %. Los latinos representan al menos el 10 % de la población del condado de Carbon. Hacia fines del siglo XX, la población latina de Utah creció con la llegada de inmigrantes desde América Central y del Sur. Aunque los latinos continúan sufriendo la discriminación, su presencia, cultura y trabajo son una parte fundamental de la historia de Utah. Muchos continúan luchando por conseguir igualdad económica, política y educativa para sus familias.
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