Exploradores británicos y estadounidenses: caza y comercio en el norte de Utah

Durante unos 300 años, el territorio del oeste de Norteamérica fue colonizado por poderosos imperios europeos de diferentes países: Francia, España y Gran Bretaña. A principios del siglo XIX, estos imperios competían por el poder y la riqueza en el oeste. Utah también formó parte de esta lucha por el poder.

En pocas palabras

La compra de Louisiana, cortesía de National Geographic

Alrededor de 1820, llegaron al norte de Utah cazadores que trabajaban para empresas británicas y estadounidenses que se dedicaban a la fabricación de productos con piel animal. Querían cazar castores para ganar dinero. Establecieron relaciones comerciales con las comunidades shoshone y ute de las regiones montañosas de Wasatch y Uinta. También aprendieron a moverse por el territorio y compartieron información sobre la tierra y los recursos que encontraban con el resto de los Estados Unidos. Esta información facilitó la llegada de estadounidenses con ascendencia europea al oeste. 

Más de la historia

En 1821, México se independizó de España. El nuevo Gobierno de México ahora poseía un territorio mucho más grande, que se extendía desde América Central hasta los actuales estados de Oregón e Idaho. Tanto Gran Bretaña como los Estados Unidos vieron una buena oportunidad de ganar dinero en los territorios del norte de México.

Por eso, durante la década de 1820, los cazadores de pieles británicos y estadounidenses comenzaron a llegar al norte de Utah. Estos montañeses, como solían llamarlos, buscaban castores para cazarlos y vender sus pieles en los mercados de Europa, Asia y América. Los imperios de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos utilizaban con frecuencia este tipo de caza para ganar dinero.

Mapa del oeste del río Misisipi durante la época del comercio de pieles, cortesía de la Biblioteca del Congreso

Las compañías de pieles británicas y estadounidenses cazaban en exceso y competían entre sí para obtener el control de la región. Sabían que, si mataban a todos los castores y a otras presas de una zona, sus rivales se verían obligados a abandonar el lugar. Sin embargo, la caza excesiva generó grandes problemas para los animales, los ecosistemas y los pueblos nativos americanos, quienes dependían de estos animales para sobrevivir. Los cazadores de pieles y los comerciantes formaron importantes alianzas con diferentes tribus nativas de todo el noroeste, incluidos los utes y los shoshones. En el norte de Utah, cazadores, comerciantes y comunidades nativas se reunían todos los años en grandes ferias comerciales llamadas rendezvous (que significa encuentros).

Todos los años, desde 1825 hasta la década de 1840, las comunidades tribales se reunían para negociar con los comerciantes británicos y estadounidenses en grandes encuentros. A veces, estos eventos anuales se realizaban en el valle de Cache o a orillas del lago Bear. Las relaciones comerciales permitieron que los nativos accedieran a muchos productos, como armas, munición y alimentos. A medida que las fuentes naturales de alimento se veían perjudicadas por el exceso de trampas y de caza, estos productos se volvían cada vez más necesarios para la supervivencia de los nativos americanos.

Exploración e intercambio de información

A medida que los cazadores británicos y estadounidenses recorrían la región para cazar animales y conseguir pieles, también exploraban el territorio. Crearon mapas con los senderos, lagos, ríos, cadenas montañosas, desiertos y, lo que fue más importante para la historia de Utah, los pasos de montaña que los nativos americanos habían utilizado durante años para atravesar estas áreas irregulares. Gracias a estos conocimientos sobre las montañas Rocosas, los migrantes de los Estados Unidos también lograron atravesarlas.  Probablemente, nadie logró explorar tanto como Jedediah Smith. Smith, un estadounidense que trabajaba para la compañía Rocky Mountain Fur Company, realizó muchos viajes importantes por el oeste, desde Misuri hasta California y Oregón. En 1825, exploró las regiones del río Bear y del Gran Lago Salado. Sus informes sobre el paso del sur, en Wyoming, permitieron a miles de inmigrantes atravesar las montañas Rocosas para llegar a Utah y a la costa del océano Pacífico.

Peter Skene Ogden (1795-1854)

Peter Skene Ogden era un canadiense que trabajaba para la compañía British North West Company. Su trabajo consistía en expandir el comercio británico de pieles desde la costa de Oregón hasta el norte de las montañas Rocosas. Por esta razón, envió a más de 1,000 cazadores a las montañas para que atraparan a la mayor cantidad de castores posible. El objetivo era crear un desierto de pieles para competir con el mercado de pieles estadounidense.

Ogden viajó y trabajó por todo el norte de Utah durante la década de 1820. Entre 1824 y 1825, cazó en la cuenca del río Bear, al norte de Utah. En esa expedición, 23 de sus empleados abandonaron la compañía British North West Company y se unieron a los comerciantes estadounidenses que estaban en la zona.  Entre 1828 y 1829, Ogden exploró la cuenca del río Weber y el Gran Lago Salado. El río Ogden y la ciudad de Ogden llevan su nombre.

James P. Beckwourth (1798-1866)

James P. Beckwourth fue, probablemente, el primer afroestadounidense que vivió y trabajó en Utah. Nació como esclavo en Virginia y fue liberado cuando aún era joven. Luego, viajó al oeste para trabajar en Rocky Mountain Fur Company. Se convirtió en cazador de pieles, comerciante y montañés, y trabajó en la región de las montañas Rocosas durante las décadas de 1820 y 1830. Vivió muchos años con la tribu de nativos americanos crow en Montana, y también comerciaba a través del Viejo Sendero Español en el sur de Utah.

James Bridger (1804-1881)

Jim Bridger era un cazador, comerciante, explorador y montañés que pasó muchos años en el norte de Utah. En 1824, llegó por primera vez a la región para cazar en la zona del río Bear. Junto a su grupo, Bridger pasó el invierno en el valle de Cache y, durante la primavera siguiente, exploró el río Bear desde allí hasta el Gran Lago Salado. Durante muchos años, se dedicó a cazar castores en las montañas Wasatch, y solía pasar el invierno en el valle de Salt Lake. En la década de 1830, creó un puesto comercial en el fuerte Bridger, cerca de la actual ciudad de Evanston, Wyoming. Este puesto comercial era utilizado por los shoshone y los inmigrantes que viajaban por tierra, incluidos los colonos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD).

Cabaña de Miles Goodyear construida en 1845, Ogden

Miles Goodyear era un comerciante y montañés estadounidense. En 1844, creó el fuerte Buenaventura en el río Ogden. Este fue el primer asentamiento europeo-estadounidense permanente de Utah. Luego, se convirtió en la ciudad de Ogden.

John Charles Fremont (1813-1890)

John C. Frémont no vino al oeste para cazar ni comerciar. El Gobierno de los Estados Unidos lo envió a explorar y reconocer el territorio con el fin de organizar futuros asentamientos. En las décadas de 1840 y 1850, realizó varios viajes por Utah, creó mapas de los senderos, y describió el territorio, las plantas y los animales. Luego, sus informes y mapas fueron ampliamente difundidos en el este.

Los informes de Frémont sobre el oeste llegaron a manos de los líderes de la Iglesia SUD. Estos miembros de la Iglesia estudiaron los informes del explorador con mucho interés. Esta información influyó a los líderes de la Iglesia SUD, quienes finalmente decidieron establecerse en Utah.

Resumen

En tan solo unas décadas, cazadores, comerciantes y exploradores británicos y estadounidenses recorrieron la Región Intermontañosa del Oeste y prácticamente eliminaron los castores y otros animales que vivían en las montañas del norte. La caza excesiva generó graves problemas para los ecosistemas y los habitantes de la región. Al mismo tiempo, el comercio transformó las comunidades nativas americanas, que comenzaron a depender de los productos europeos. 

Durante unos 20 años, los montañeses fueron los únicos habitantes del norte de Utah que no pertenecían a comunidades nativas. Sin embargo, los conocimientos que compartieron sobre la región permitieron que miles de europeos y estadounidenses se trasladaran hacia el oeste por los caminos terrestres.

¡Continúa explorando!